CREATIVIDAD
LITERARIA: “QUE PASARÍA SI....”
Sara Aranda Martínez
Yo vivo en la
Luna, si... aunque no te lo creas. Aquí a diferencia de la tierra puedo flotar,
además de patinar sobre los cráteres. Esto lo descubrimos mis amigos y yo un
día en el que estábamos aburridos.
Todos estaban
jugando al fútbol, voleibol e incluso al tenis.
Salíamos todas las
mañanas juntos al colegio por un túnel que nos llevaba directamente a él. Y una
tarde después de hacer los deberes me dirigí a salir, pero mi madre me frenó.
Me dijo que nos
íbamos a la tierra y yo me puse muy contenta, porque hacía ya 2 años que no
bajaba a la Tierra.
El viaje se hacía
en cápsulas pequeñas y no tardábamos ni 5 minutos.
Cuando bajé tuve
innumerables recuerdos de mi casa, pero echaba de menos no poder flotar cuando
te echabas la siesta.
Después de esas
vacaciones, llegué a mi cuarto de la cabina espacial y lo primero que hice fue ir a ver a mis amigos.
Después de comer
atada a la silla, fuí a nadar sobre la gravedad con Amanda mi mejor amiga, y
los profes nos dijeron que ya éramos unas expertas en nadar y teníamos que
aprender a surfear.
Una mañana no
tenía ganas de echarme un vaso de leche por lo que solté la leche por la
habitación y me la fuí bebiendo y flotando a la vez.
Otro día invité a
Laura a mi casa y las dos nos pusimos a bailar y a flotar por todo el salón y
cocina. Nos lo pasamos genial.
Me fuí a dormir
pero siempre antes había que atarse a la cama, si no molestarías a alguien por
la noche.
¿QUÉ PASARÍA SI TUVIÉSEMOS
PODERES MÁGICOS?
Ariadna Navarro Romacho
Me
desperté aquel día temprano pues, mi madre quería que ordenase mi habitación.
Me levanté,desayuné y me puse manos a la obra. Cuando estaba quitando las
últimas cajas de juguetes, encontré una varita mágica plateada con forma
estrellada.
¡Cuánto
tiempo sin verte!- exclamé abrazándola.
Fui
a ver la televisión junto a mi padre; estaban las noticias enseguida él
exclamó:
-¡Dios
mío, cuánta gente ha muerto en la guerra!- viendo las imágenes sorprendido.
¡Pues
sí, qué pena!- dije triste.
Con
la varita mágica en la mano vi un conejito tras la puerta, fui corriendo y me
llevó hasta un lugar, parecía un pueblo. Guaaaaau- pensé- todos los habitantes
tienen poderes mágicos.
Entonces
recordé aquella noticia y dije para mí: ¡Un mundo sin guerra, demasiado bonito
para ser verdad!
El
conejo me vio con la boca abierta y me dijo:
-Ya
sé que te fascina este mundo por eso te traje hasta aquí.
Gracias,
es todo muy bonito- contesté avergonzada.
-Este
mundo que ves aquí está muy desarrollado- comenzó a explicarme- todos
trabajamos para que nuestras vidas sean pacíficas, todos los habitantes somos
millonarios y para lo que no tienen nada les ayudamos; somos muy solidarios.
También nos une algo muy fuerte a todos, somos cristianos ; creemos en Dios y
eso aquí en nuestro planeta Tierra que es igual que el tuyo... Por eso la
religión hace que tomemos importantes decisiones y la vida sea mejor.
Otra
cosa... todos las personas de este planeta posee una varita mágica a partir de
los 15
años,
con ella podemos realizar conjuros pero nada que pueda perjudicarnos los unos a
los otros ni a la Tierra.
-¡Qué
guay! Yo quiero una de esas... Veo que todos estáis muy sanos, ¿qué hacen para
no enfermar?
-Pues
con nuestras varitas mágicas y con la ayuda de unos polvitos y una serie de
ingredientes creamos unos jarabes un tanto especiales que nos hace inmunes a
todos las enfermedades inclusive las de muerte. Además, tenemos médicos robots
que han avanzado mucho en la medicina y lo mejor... ¡no nos ponemos vacunas!
Sino que nos toamos unos caramelos con sabor a frutas muy buenos.
-De
verdad, que esto no se parece nada a nuestro planeta Tierra y mira que vivimos
en el mismo...
-Ya,
lo sé...
-¿
Y tú sabías que nosotros nos hacemos pruebas mentales para que nuestro cociente
intelectual sea mayor?
-¿Cómo
es eso?
-Consiste
en lo siguiente: a nosotros a lo largo de nuestra vida vamos realizando
diversas pruebas y según nuestro nivel vamos adquiriendo unos poderes. Por eso
tenemos una gran inteligencia, lo que nos hace mejores personas...
También
al tener poderes mágicos podemos tener la profesión que más deseemos sin apenas
estudiar. ¡Vamos que este planeta es un sitio de ensueño para muchos!
_¿Ariadna?
¿Aaaaaari? ¿Hola? ¡Despiertaaa!- chillaba mi madre.
Cuando
me vi tumbada en el sofá, fui consciente de que todo fue un bonito sueño pero
una imposible realidad...
Aunque
me quedé un poco rayada intentando responder lo siguiente: ¿Y si mi sueño se
cumple, qué pasaría si de verdad tuviésemos poderes mágicos?
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