MICRO RELATOS 1º ESO:
EN MANOS DE UN ASESINO, Eva María Gutiérrez Espigares
Yo estaba en la sala de estar tranquila, acababa de dormir a los pequeños. Me disponía a ver algo en la televisión cuando... unas manos frías me cogieron por el cuello y un olor a alcohol invadió toda la habitación. Sentía que me ahogaba, yo intentaba alcanzar mi móvil que estaba sobre la mesa y llamar al 016, pero no llegaba a cogerlo. Ya era demasiado tarde, él había cogido un cuchillo y me lo clavó en el pecho. Aún sigo aquí sentada en el sofá, pensando por qué lo hizo, a veces intento salir de aquí pero la casa me retiene, sigo en el lugar del crimen, donde ocurrió todo.
MI PARECIDO, Celia Beas Montes
Siempre me pregunté por qué mi madre temblaba cuando mi padre llegaba a casa.
Y por qué siempre ella me decía que era igual que mi padre.
Cuando ya fui mayor de edad me fui de casa y vivía en un piso con una mujer de mi edad, yo era muy malo con ella.
Un día cuando fui a coger mi chaqueta del armario, la encontré dentro en un rincón llena de moratones y sangre. En ese momento se me paró el corazón y me acordé de mi madre.
Ya no soy el que era antes, después de aquel momento.
EL ABUSO, Ignacio Tejada Cobo
Estaba en una esquina de la habitación, cuando de repente me levanté dando un salto y salí corriendo despavorida. Sin rumbo alguno fui a un lugar en el que se sabía que mis amigos me iban a ayudar. Me buscaba por todas partes, le daba igual el cansancio y el hambre. Un día, me encontró. Me metió en un callejón y me empezó a pegar patadas. Cuando desperté estaba en el hospital. A mi izquierda estaban mis padres y mi hermana. Les di un abrazo, me recuperé y me fui a vivir con ellos. Pero cada noche hay un coche negro enfrente de la casa acechándome.
El vacío en mi corazón, Beatriz Espigares Machado
Una tarde llegué a casa. Él me estaba esperando y de repente mi vista se nubló. Me desperté con un gran dolor en la cabeza, no veía a nadie y solo oía el llanto de mi bebé. Me sentía muy angustiada y con un gran dolor. Al día siguiente la policía fue a mi casa. Yo no entendía nada, llamaba a mi marido pero él no me oía, y solo gritaba lo siento, lo siento. Pasaron unos años y yo sentía el mismo vacío en mi corazón, sola en aquella caja enterrada bajo tierra.
Se arrepintió de haberse emborrachado, Abraham Morales Cruz
Cuando me desperté no se observaba nada, solo el color blanco como el de las nubes. No sabía dónde estaba ni qué me había pasado, porque tenía sangre y trozos de cristales incrustados en la cabeza. Pero se escuchaba el llanto de mi marido desde la cocina. Se arrepentía de haberse emborrachado. En ese momento me empecé a acordar de lo sucedido. Una noche él vino borracho y yo cocinaba y se enfadó conmigo, llevaba una botella de cristal en la mano y ya no me acuerdo de nada más.
ILUSIONES DESTROZADAS, Antonio David López Amezcua.
Terminé de cenar y me senté en el sofá para esperar a que llegara. Había sido un día muy duro, lleno de trabajo y él aún no había vuelto.
Me desperté con un tintineo de llaves y al fin vi su rostro, olía a tabaco y venía
borracho. Le pedí explicaciones y me contestó de malos modos.
Al final discutimos y su reacción fue horrible. Cuando percibí su aliento gélido en mi cuello, comencé a sentir sus golpes en mi pecho.
Los golpes me dolían pero lo que más me dolía aún, era que dejé a mi pequeño huérfano.
Todo por una mancha en la ropa, Noelia Sánchez Barriendos
Estaba ella sentada justo al lado de la puerta, de repente llega él, la sujeta con fuerza muy furioso, ella muy aterrorizada se va asfixiando lentamente, y allí acaba todo. Ahorra entre las rejas oye cada noche sus llantos, sufriendo cada vez más, solo por una mancha en la ropa.
Un aniversario sin aire, Autora: Carmen Gámez Ratia.
Era nuestro aniversario de boda, e hice una cena romántica para los dos. Cuando volvió, entró tirándolo todo, y cuando fui a darme cuenta mi cuello se encontraba presionado por una bufanda.
Ahora, que aunque haya pasado ya un año, aún me encuentro en esta casa, de la que no puedo salir, por mucho que quiera.
MICRO-RELATOS 2º ESO:
NOCHE DE TRISTEZA,Carmen Cobo Aguila 2º ESO
Llegué a mi casa, corriendo me metí en mi habitación y me acosté. No quería saber nada de nadie. Cuando pasó un rato escuché gritos y bajé lentamente al piso de abajo para ver qué pasaba. Encontré a mi padre sentado en el sofá furioso y triste. Me dijo que me fuera a mi habitación y le hice caso. De nuevo escuche otro ruido y bajé corriendo…. Encontré a mi madre, estaba llorando porque mi padre le agredía. Me dijo que me fuera de casa. Al salir de la puerta venía mi padre por detrás me cogió y nadie supo más de mí.
Microrelato (I) Marta Sánchez Garzón
Todo comenzó cuando nos miramos, nos enamoramos, lo quería mucho, pero un día comenzó a pegarme, me avergonzaba por no saber defenderme, intente escaparme pero me amenazaba. Sentía miedo, un día me escape de aquella cárcel, no podía seguir sufriendo era él o yo.
Mi mano agresora, Arantxa Gámez
Me sentía agredida, apuñalada, pero no conseguía identificar esa mano. Me resultaba conocida, durante mucho tiempo intenté identificarla, hasta que mi amigo lo hizo... ¡Era la mía! Aún tenía el trastorno del dichoso maltrato y lo hacía como una costumbre.
Amor a primera vista, Antonio Caro Fernández
Una pareja feliz ,abrazos, besos, sonrisas, bombones ,delante de todo el mundo; por la espalda, golpes , moratones , insultos , malos tratos desprecio.
EL AMOR Y EL DESAMOR, Ana Sanz Heredia
No puedo más, el amor en mi acabó. Humillaciones y mas humillaciones, un insulto tras otro, palizas, llantos, gritos, estaba tan sola que no sabia que hacer. Cuando se fue mi marido cogí el bolso y me fui a dar una vuelta con mis amigas, ellas notaron que me pasaba algo yo les dije que si que mi marido me maltrataba y me trataba como si fuera su esclava. Entonces ellas me dijeron que fuera a la comisaria a poner una denuncia yo les dije que ¡NO! Por miedo... me fui a la casa me senté en el sofá encendí la televisión cuando estaba viendo una película estuve reflexionando de lo que me dijo mis amigas, apague la televisión me fui al cuarto me cerré con pestillo decidí pedirle ayuda a mi madre con la que no me hablaba de hace unos años. La llame le conté todo lo que me pasaba con mi marido ella fue a mi casa me saco del cuarto fuimos a la comisaria a hacer una denuncia y gracias a ella estoy muy feliz con mi nueva vida
